viernes, 23 de abril de 2010


La luna y las estrellas están enfadados por que ya no pueden ver el brillo de mis ojos. Por que ya no me observan andar detrás de las nubes.
Saben que soy feliz, por que se lo ha explicado el viento que se cuelga entre mi pelo, pero no me pueden ver.
Me llaman y yo solo respondo que estoy en brazos de mi amado, que estoy preso de un hechizo de amor que no me deja ver más allá del dulzor de sus palabras.
Si eres feliz- me dicen- ven y nos lo explicas. También queremos saber como late el corazón de una enamorada, como miran sus ojos a la persona amada, cuan difícil es la despedida y cuan preciosa es la bienvenida.
Me preguntan que se siente al querer y ser querido, al dar y recibir tanto amor. Y les digo que no se puede explicar, que es como una magia sin pócimas, como un huracán que te arrastra, pero sin viento, como una lluvia torrencial que no moja.
¿Como describir las palabras que te dicta el corazón?
Conseguir que nuestra cabeza entienda que, no por pensar más en él, el reencuentro se producirá antes. Que por mucho que le grites al cielo que lo quieres cerca, eso no conseguirá que la distancia que los separa rompa esa relación.
Les quieres explicar que el amor son sentimientos contradictorios, que se pelean constantemente en tu interior.
Quieres amar y ser amado, pero a la vez no sabes si lo quieres vivir, por que sabes que a veces sufres. Que solo con ansias podes dormir toda la noche abrazado a él, sentir el peso de su cuerpo, notar que su corazón y el tuyo laten al unísono, y que ya no tenemos una alma cada uno, sino que es una sola que cuando nos separámos se parte en dos.
Las estrellas y la luna, siguen sin entender nada. No es posible que se sienta todo eso- te recriminan- no es terrenal, lo que tú describes a veces
PUEDE SER VERDAD..

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